sábado, 20 de noviembre de 2010

Carta para N


Intentaré escribir con sensatez y la cabeza fría porque el corazón quema.
Estoy muy triste. Tengo la sensación extraña de que he perdido algo muy mío, de que una parte muy bonita de mi vida se desprende de mi para siempre. A veces parece que soy una persona fría que no necesita a nadie pero es mentira, es la gran mentira de mi vida!! La realidad es que soy puro latir. Todas las cosas importantes que me atraviesan dejan una muesca en mi corazón para siempre. Cuando sea una abuelita tendré un corazón excavado de muescas tan bonitas como la que tu dejas. Ese es mi gran secreto, la finalidad última de mi vida, lo que me hará feliz.

Pero resulta evidente que no volábamos el mismo sueño ni teníamos la misma forma de amar y de asimilar el peso y la responsabilidad de haber encontrado un amor tan puro. Con lo difíciles que son de encontrar!!!
Sin embargo, y pese al vacío que dejas empiezo a pensar en todas las cosas que me has dicho, releo una y otra vez el e-mail que me acabas de enviar y encajo las piezas de este rompecabezas para constar que, quizá estemos mejor así. Al menos tu…. (Espero que comprendas lo difícil que es para mí decir esto) Esa manía tuya de ponerle nombre a todo, de decirte a ti mismo: este soy yo, esta es mi vida, esta mi familia, este mi trabajo, esta mi novia, esto lo que me mueve por dentro….. palabras, palabras, palabras, palabras que viajan y que cuando vuelven ya no se las entiende. Yo no soy capaz de etiquetar las cosas que me hacen palpitar, me faltan palabras y letras que aun no han sido inventadas!!! Pero si soy capaz de vivirlas con la intensidad de un amante, de un loco.  

Tú me hablas de inestabilidad y de palabras feas que yo no entiendo pero te equivocas precioso. ¿Qué es para ti la estabilidad? Alguien que te alegre el día a día…. ¿Crees que yo no quiero eso? ¿Qué no lo busco? Que no me gustaría que vivieses aquí y poder verte cada día al salir de trabajar, aunque fuese media hora. Poder salir a la hora de comer y pensar que voy a comer contigo, salir por la noche y saber que voy a verte, que veremos una película, que daremos un paseo o nos perderemos entre las sabanas, las risas y la piel. Claro que sí. Pero tú ahora no puedes darme eso, ni yo tampoco.  No soy capaz de desquiciar mi vida ni la de nadie por forzar algo que no sale solo. Hacerlo mediocre. Podría, y seguro que lo he hecho más veces en mi vida pero no contigo. Contigo es diferente. Contigo todo es mucho más bonito y mágico y no quería perder eso.   
Tenía la idea de que eras la persona perfecta para volar en mi mundo precioso ajeno a todo, que si los dos superábamos esta etapa y llegaba el momento de estar juntitos juntitos hasta hacernos siameses construiríamos algo muy grande y muy hermoso.

Pero yo no tenía prisa, porque para mí eso no es estabilidad sino cercanía. Todo me valía la pena porque te quería mucho. Te quiero mucho. Me valía la pena el tiempo que pasábamos sin vernos, la soledad, la inestabilidad que decías sentir, los malos entendidos y los celos que nos separaban a veces y todas esas cosas que yo detesto… todo me valía la pena. El riesgo que corrí es incuestionable sí, pero sin él, incluso sin peligro, no hay vida. La valentía es la única posibilidad de alegría, la que abre nuestras vidas, las airea y las hace palpitar.

Pero me equivoqué… y en mi mundo precioso volaba yo solita con todos los castillos de arena que tú crees que yo no hago desparramados por todas partes.   
Supongo que es mejor así. Mejor ahora. Llevo tanto tiempo soñando con el momento de tenerte cerca, de recuperar mi vida, que no quiero ni pensar que habría sido de mi cuando por fin, al terminar Enero me dijeses todo esto y cayese de mi mundo sin paracaídas. Tan cerca y tan lejos.

Tú ahora has conseguido lo que buscabas, tu tan ansiada y sobrevalorada estabilidad. Me da pena pero me alegro por ti y espero, de veras, que te compense esa visión egoísta del amor para que seas plenamente feliz. Me consta que ella es una chica con mucha suerte si la tratas como me tratabas a mí, si la besas como me besabas a mí y si se deja llevar por esa forma tan preciosa que tienes de querer.

Con respecto a mí, no se… a partir de Enero replantearé  mi vida.
Quizá sea el momento de cambiar la forma tan soñadora que tengo de ver las cosas, de colocarme las gafas que todos lleváis y meterme en el rebaño… porque está claro que en este mundo, mi mundo no encaja.  
Demasiado Ponyo para tanto ser humano.

Por el momento seguiré con mi soledad y mi insomnio. Me quedaré con los recuerdos que no son más que la constatación de que pase lo que pase cabe la distancia pero no el olvido. Y los llevaré como más o menos pueda porque los recuerdos son traicioneros y por las noches invaden nuestra mente, nos despertamos en brazos que no están, nos acurrucamos en palabras que alguien ya no nos dice y nos despertamos frente a unos ojos que ya no nos miran.

Es muy triste que algo tan bonito tenga fin pero yo no soy capaz de escribir la carta que tu no lees.

Te quiero mucho. No olvides nunca nuestro cuento.